Las paredes existen desde la conquista de los españoles en 1644, casi 200 años antes de que Costa Rica se fundara como República.
El templo colonial de San Blas, en Nicoya ha soportado los terremotos de 1822, 1853, 1900 y 1950.
El templo está cerrado al público y así permanecerá al menos un año más, sus paredes están falseadas y corre riesgo de derrumbarse en algunos sectores. Su reparación costará 240 millones de colones que saldrán del fondo de patrimonio nacional.
El templo es un museo que guarda valiosísimas imágenes, como la Virgen Dolorosa que tiene más de 200 años o la pila bautismal original de los años 1600. Pero el templo Colonial de Nicoya le fue relativamente bien si lo comparamos con otras iglesias que a vuelta de un año siguen cerradas y que no cuentan recursos para su reparación.
Por :Alfredo Rodriguez