En comparación con una incubadora de pollitos, cuyo proceso puede durar en promedio 21 días, la incubación de empresas en Costa Rica dura cerca de tres años. El tema de incubadoras de empresas no es nuevo. En el mundo, se remonta a los años 50, con la creación del Silicon Valley, donde se creó un parque industrial, y posteriormente un parque tecnológico. En nuestro país, la primera incubadora de empresas surge en 1994, como un proyecto del Instituto Tecnológico de Costa Rica, del cual nace el Centro de Incubación de Empresas – CIETEC.
A pesar de contar con 20 años desde el inicio de las incubadoras en el país, la cantidad de estas, en comparación a Singapur, cuyo país tiene una población similar a la de Costa Rica, con una extensión territorial menor, es inferior. Singapur cuenta 11 incubadoras por millón de habitantes, con una población de 5.3 millones de personas. Costa Rica cuenta con más de una decena de incubadoras, que ofrecen sus servicios a nuevos emprendimientos costarricenses. Según registros de Ministerio de Economía Industria y Comercio, actualmente, existen más de 65000 PYMES registradas, que podrían hacer uso de los distintos servicios que ofrecen las incubadoras, como en capacitación, asesoría y la facilitación de instalaciones físicas, que posibiliten su introducción al mundo empresarial.
El trabajo que desarrollan las incubadoras existentes, en cuanto a apoyo, fortalecimiento y desarrollo de empresas es alentador. A pesar que no existen indicadores nacionales de supervivencia de empresas que han incubado, en el caso del CIETEC, según el El Financiero, tiene una tasa de supervivencia mayor al 57%. Por otra parte, la Política Nacional de Emprendimiento 2010-2014, señala que el 90% de las MIPYMES en general no llega a los dos años de vida.
Con el nacimiento de la Red Nacional de Incubadoras, se dio origen a la regulación y definición de parámetros mínimos que deben tener las incubadoras, bajo supervisión del Ministerio de Economía como ente rector, con el fin de que estas impacten en el desarrollo social y económico del país, por medio de las empresas creadas.
En los últimos cinco años, se han realizado esfuerzos por alcanzar el desarrollo competitivo regional, tratando de crear incubadoras en sectores estratégicos de cada una de las regiones socioeconómicas. Sin embargo, estas se centran principalmente en la región central del país, con excepción de dos en la Región Huetar Norte y el esfuerzo por incubar mujeres emprendedoras en Limón en modalidad extramuros. Además, hay esfuerzos de colegios técnicos por el desarrollo de incubadoras en San Carlos y Limón, pero para proyectos propios de estudiantes.
El país debe apoyar el desarrollo de incubadoras, como lo hace Singapur, bajo la supervisión de la Red Nacional de Incubadoras, de forma que exista una supervisión y sistematización de resultados, bajo indicadores nacionales, de forma que se puedan definir y mejorar las políticas públicas existentes, para fomentar el espíritu emprendedor en las regiones e impulsar el desarrollo socioeconómico del país.
Por: Esteban Rojas Núñez – Cédula 0110290516
Estudiante Maestría en Gestión de la Innovación Tecnológica, MAGIT
esteban.rojasn@gmail.com