Señor Carmona, de dónde saca usted que este servidor esté señalando mentiras sobre el proyecto de ley que presentara el agrónomo Mario Boza, en un congreso “nacional” donde solo su proyecto fue presentado. Sus insultos los veo pasar de lado, ¡no nos tocan!, y su ira injustificada le aseguro que no es compartida por los varios guardaparques, amigos ambientalistas y preocupados ciudadanos, que no solo han atendido nuestra llamada de atención, sino que también han solicitado copia del destructivo proyecto que, “estratégicamente” no ha circulado adecuadamente.
Proyecto que atenta contra la Ley de Biodiversidad, ¡sin decirlo explícitamente! pero que lo hace cuando determina que “Esta ley modifica a toda otra ley general o especial que se le oponga y rige a partir de su publicación”. Y todo para resucitar el nostálgico, e ineficiente, Servicio de Parques Nacionales (SPN), para trasladar todas las funciones que hoy han de cumplir los once directores de Áreas de Conservación a un solo funcionario (licenciado en administración de empresas) de confianza del ministro de Ambiente.
Proyecto que, mientras por un lado destroza al Sinac (Sistema Nacional de Áreas de Conservación) crea en el vacío, sin estructura y sin organización mínima, un SPN que permite vislumbrar un caos de grandes proporciones en la administración ambiental de Costa Rica, arrebatándole a los parques nacionales y otras áreas de conservación su dirección particular y especializada.
Proyecto que pese a que, como un parche, se le agregan aspectos propios de una convención colectiva (incentivos y subsidios salariales, tiempos laborales, defensa judicial, entre otros) NO tiene carácter de negociación sindical-administración y que más bien dificulta aún más su inesperada aprobación.
Si por señalar cosas como éstas, el desconocido para nosotros, valiente señor Carmona nos trata de “cobardes” y de decir “asquerosas mentiras”, adelantamos que pese a su amenaza de que, con tales deficiencias, “el proyecto va porque va”, no nos amedrentan para nada sus ásperos insultos. Los parques nacionales y demás áreas de conservación, alguna vez administrados cual si fueren propiedad particular, ¡son de todos los costarricenses! y siempre estaremos prestos a defenderlos ante amenazas como las que se esconden en el proyecto que nos llama la atención. Por si no lo sabe el señor Carmona, ya tuvimos éxito antes cuando se pretendió colocar a todas las áreas de conservación bajo la cobija de una “sociedad anónima”.
Y lo mismo planteamos para la Ley de Biodiversidad que tanto, pero tanto, trabajo requirió hasta llegar a su aprobación legislativa.
Freddy Pacheco